Debemos poner fin a la violencia dentro de la comunidad LGBT+ antes de que podamos combatir eficazmente la violencia desde el exterior. Los índices de violencia en la comunidad LGBT+ son impresionantes. Según el CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), las mujeres bisexuales tienen una tasa de un 75 % de probabilidades de estar con, al menos, una pareja violenta, el 46% de las mujeres lesbianas -casi 1 de cada 2-, han estado involucradas en una relación abusiva, y para los hombres homosexuales, la cifra es de alrededor de 40% -el doble que la experimentada por los hombres heterosexuales-. Fuente
La violencia doméstica que afecta a individuos LGBT+, continua siendo no visible en la mayor parte del país. Las estadísticas demuestran que entre el 20%-50% de noviazgos LGBT+ pueden ser abusivos— convirtiendo la violencia doméstica en estos noviazgos tan extendida como el los noviazgos heterosexuales.
Es una pena pero para los investigadores los hombres homosexuales no están íntimamente relacionados con chicas y las mujeres lesbianas con amantes masculinos, por lo que el concepto de ‘violencia doméstica’ implica que las lesbianas no pueden ser maltratadas porque no hay hombre para servir como autor de la violencia, y los hombres gay no puede maltratar o victimizar ya que no hay mujeres para servir como víctima.
De igual manera, para la ley en muchos casos y países, la violencia entre parejas gays y lésbicas no son percibidas como violencia doméstica, pues al no existir en la mayoria de países la conceptualización de matrimonio igualitario estas disputas son percibidas de otra manera y no pasan a existir o a sumar dentro de las estadísticas de violencia doméstica. Igualmente, los pocos estudios que se han realizados sobre violencia entre las parejas gays y lésbicas han arrojado estimaciones más altas de violencia doméstica en este colectivo que en el colectivo heterosexual, no obstante muchos de estos pocos trabajos están viciados por la fuerte homofobia imperante y solo apoyan la visión binaria de la heteronormativa de que las relaciones gays y lésbicas son disfuncionales.
Por otra parte es necesario aclarar que la violencia doméstica es la violencia, el maltrato, el abuso y el control. Y por lo tanto cualquier tipo de violencia o relación violenta es igual para una pareja heterosexual como para una pareja gay o lésbica, sin embargo el colectivo LGBT+ o mejor dicho, las parejas lésbicas y de hombres gays no cuentan con tanta ayuda gubernamental, legal y apoyo social con los que cuenta la pareja heterosexual.
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